Quinfo.com
Tras la suspensión el año pasado del SIMO, ahora rebautizado SIMO Network, había gran curiosidad para ver cómo se desenvolvía esta nueva edición. Y lo cierto es que poco se parece a las ediciones anteriores, lo cual no es malo por sí mismo. Hay que alabar que IFEMA, o más los organizadores de SIMO, hayan optado por un amplio cambio de enfoque para afrontar la nueva etapa. Que trae muchas novedades respecto a lo que previamente estábamos acostumbrados.
Por una parte entre el nuevo enfoque profesional y los tiempos que vivimos, la gran feria de la informática ha quedado reducida a una exposición un poco amplia. Frente a los 10 pabellones que llegó a ocupar, a lo que se añadían carpas y trailers en el espacio central, resulta poco alegre ver que SIMO Network se reduce a dos pabellones, uno de ellos ocupado por Microsoft y sus partners. Y el otro no está completo del todo.
Parece que, además, IFEMA ha optado por hacer que los visitantes tengan una vida más saludable. Y así tras entrar por la tradicional puerta Sur, donde están las comunicaciones públicas de metro y autobús, haya que pasar el pabellón de entrada, los números 1, 3 y 5 para, finalmente llegar al pabellón 7, rebautizado Pabellón de la innovación, que es el ocupado por Microsoft y sus socios. Como un centenar de metros de paseo (aunque hay pasillos rodantes).
Frente a los múltiples espacios cerrados, Microsoft ha optado por una decoración totalmente abierta, con unas pseudo columnas, en las cuales colocar el nombre de los socios. Y unas pocas sillas o mesas alrededor para apoyar los PCs y mostrar los catálogos. Y también una serie de salas en las cuales realizar presentaciones y demostraciones. Por lo menos entre la decoración y menor afluencia de visitantes, se aprecia menos agobio. Microsoft ha aprovechado la feria como presentación de Windows 7. O como su ensayo general de cara a los usuarios profesionales y partners.
Algo más clásico, en el pabellón 9 se ha reunido más de dos centenares de empresas (desde IFEMA indican algo más de 300 expositores en total), la mayoría con pequeños stands, más bien cubículos, como de unos 9 metros cuadrados. Aunque también algunos grandes como HP, Sage, Vodafone, Telefónica, SAP y alguno más. Por cierto, Apple este año no estaba. Muchas de las empresas asistentes lo hacen por primera vez. Atraídas por la promesa de visitantes profesionales. Y por un precio más ajustado. De hecho, según pude comprobar (hasta con la factura en la mano) el coste es la mitad que en la última edición de 2007.
Habrá que ver el grado de satisfacción de los expositores, que son los que además de poner el escaparate lo pagan. Pero parece que el enfoque profesional, con celebración en mitad de la semana (martes a jueves, 22 a 24 de septiembre) hace que los visitantes sean realmente profesionales. Y que los expositores encuentren contactos interesantes, y no meros coleccionistas de bolsas y regalos promocionales.
Ese es otro importante cambio. Se nota menos bolsa promocional de aquellas grandes para meter todos los catálogos (que poco después aparecían en las papeleras del recinto o en la salida. Y nada de globos o paraguas vistosos. Y en cuanto a regalos, creo que mi saldo personal en esta edición ha sido de un llavero y varias piruletas. Con la excepción, si acaso, de una llave USB con los detalles e imágenes de la presentación de Microsoft. Junto con unos cuantos catálogos y, oh sorpresa, ninguna bolsa.
Pues habrá que ver las valoraciones oficiales. Y las de los expositores. Mi impresión personal es que el nuevo enfoque está mucho mejor, aunque llega un poco tarde, y que necesitará varias ediciones para consolidarse. Y olvidarse por el momento de grandes cifras de asistentes y comparaciones con ediciones previas.
RSS 2.0