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Rebelión en la Web contra el gobierno

Martes 8 de diciembre de 2009, por Javier

Al amparo de una denominada Anteproyecto de de Ley de Economía sostenible, el gobierno de ZP ha intentado colar una normativa que, con la excusa de frenar las descargas ilegales de Internet, afecta a derechos fundamentales de la red. Básicamente porque crea un mecanismo arbitrario y fuera de los tribunales que permite cerrar un sitio Web sin ningún tipo de sentencia. Resulta difícil compaginar esta actitud con una verdadera defensa de las libertades de opinión. Ni con un apoyo a las nuevas tecnologías y su uso como dinamizador de la economía y la sociedad.

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Porque una vez creado el mecanismo, nada impide usarlo para otros fines. Con lo que la propuesta ha levantado en armas, mejor dicho en ciber letras, a un gran número de usuarios, webs y asociaciones. Así que el gobierno, tras las primeras reacciones ha comenzado un baile de declaraciones, ahora si, ahora no, intentando suavizar las consecuencias de la propuesta normativa. Aunque como indica Marc Vidal en su blog, igual ese era el objetivo. Una cortina de humo para desviar la atención de otros temas. Que la economía no ha sido precisamente el punto fuerte de este gobierno.

Desde luego en la red el desacuerdo no se ha hecho esperar. Y no como las votaciones a los políticos cada cuatro años. Así que en pocos días, el grupo de Facebook “Manifiesto: En defensa de los derechos fundamentales en Internet”, ha reunido a unos 160.000 simpatizantes. De los 10 puntos del manifiesto, ampliamente comentado y publicado me gusta destacar particularmente dos:

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

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Unas ideas altamente extendidas en la red. A través del Facebook de un amigo, leo:

  • 1 Hay que respetar el Estado de Derecho
  • 2 La difusión cultural ha cambiado

Totalmente de acuerdo. Y parece que muchos/algunos no comprendan ambas afirmaciones. El gobierno ha tratado de colar, entre otras muchas medidas económicas, una serie de normas que sólo benefician a unos pocos y perjudican a muchos. Y además tratan de saltarse las normas básicas del estado de Derecho. Una cosa es defender la propiedad intelectual, algo que nadie en este movimiento contra las nuevas normas discute, pero este no era el camino.

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En Facebook también se ha organizado un grupo “NO MANDAN MÁS UNOS POCOS ARTISTAS QUE MILLONES DE INTERNAUTAS” (así, en mayúsculas, gritando su desaprobación), que ya cuenta con más de 700 simpatizantes y con un lema bien claro:

SÍ a la música.

NO a una industria obsoleta y contraria a las libertades, que pide el fin del P2P para frenar la ’piratería’.

En este foro se encuentran valiosas opiniones.

“Cada vez se crea más música y aparecen más estilos nuevos. Lo que se van a acabar son las discográficas, por ser un modelo de negocio obsoleto. Se forran a costa de los derechos de autor de los artistas y, a cambio, los artistas reciben promoción y, a veces, también conciertos. Muchos artistas ya prefieren liberar su música como forma de promoción.”

“Es impresentable que lleguen a legislar pisoteando los derechos fundamentales de millones para defender los derechos obsoletos de autor de unos cuantos. No pueden pretender obligarnos a comprar CD’s, porque nadie quiere ya el soporte. Si el artista se lleva apenas ½ € por CD vendido, podrían cobrarlos online a 4/6 € y muchos los pagaríamos con gusto. Pero la industria discográfica se resiste a aceptar que si no aporta casi nada, tiene que cobrar casi nada.”

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Y Declaraciones de la cantante Gisela: “Los artistas lo que recibimos es mínimo y casi ridículo, los royalties que tenemos son casi de risa. Hay cánones que se aplican y un nosequé, que encarece muchísimo todo y yo no estoy para nada de acuerdo con ello. Pero lo único que puedo hacer es intentar hacer bien mi trabajo, aunque habría que buscar nuevas fórmulas porque los que están protegiendo la música en parte la están destruyendo”.

Así que circulan peticiones, como la iniciativa que se gestiona desde en http://www.petitiononline.com/ed021209/petition.html, en defensa de los derechos de los internautas.

A ver si cuando lleguen las próximas elecciones nos acordamos de quién dijo qué. Y qué posturas defendía respecto a la red y al uso de las nuevas tecnologías.



 
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